Aragón. 10 de septiembre, 9.00 de la mañana. Más de 100.000 escolares de Infantil y Primaria se han despedido oficialmente del verano para dar la bienvenida a un nuevo curso. Una amalgama constante de lloros, sonrisas, abrazos, saltos y retozos ha descrito la ya clásica imagen de “la vuelta al cole” con la que los más pequeños deben lidiar. Despegarse de las vacaciones a unos les cuesta más que otros. Entre ellos, a muchos padres y madres quienes han querido confesar que la rutina se hace “un pelín” cuesta arriba.
A pesar del alboroto emocional del primer día, los nervios y la ilusión han protagonizado la jornada. Los niños, acompañados de sus mochilas y batas estaban a primera hora listos para empezar esta nueva etapa “en el cole de mayores” con “muchas ganas”, decían. Un curso 2019-2020 que llega, además, con novedades curriculares y de infraestructura.
El de la temporada lectiva trae ocho nuevas instalaciones educativas: cuatro en Zaragoza y otras tantas en Teruel, Binéfar, Pedrola y Villanueva de Gállego, que han conllevado un coste de 32 millones de euros. Además, este año se ha puesto en macha un Banco de Libros, en el que se han apuntado 50.000 escolares. Se trata de una iniciativa que ha permitido que los estudiantes hayan obtenido los lotes en los días pasados por solo 20 euros para los matriculados en Primaria y por 25 en el caso de Secundaria, alrededor de un 10% de su coste.
Además de avanzar en la equidad del sistema educativo, con esta iniciativa también se pretende fomentar en el alumnado actitudes de respeto y uso responsable de los bienes financiados con fondos públicos, ya que todos aquellos que pertenezcan al banco tendrán que dejar los materiales a fin de curso en su centro, en buen estado, para su reutilización. Otras novedades para el nuevo periodo escolar son la puesta de largo de un Centro de Evaluación que medirá la incidencia de las políticas educativas en los centros y la extensión del modelo de bilingüismo BRIT, que se implanta ya en la mitad de los centros de la Comunidad.
Con este refuerzo, 200 centros educativos adaptan este modelo a sus aulas, gracias al cual cuentan con profesorado con C1 y auxiliares de conversación, y pueden decidir qué materias o actividades imparten en una segunda lengua, un mínimo del 35% de los contenidos. Con estas medidas, se busca la mejora de la compresión y expresión oral del idioma extranjero y se mejora la certificación del nivel del alumno. El pasado curso, aquellos que terminaron la ESO en el modelo BRIT, unos 500 estudiantes, pudieron examinarse del B1 en sus propios centros, sin necesidad de pasar por la escuela de idiomas, y casi el 90% de ellos superaron las pruebas. En el presente, además, todos los que cursen 6º de Primaria del modelo BRIT obtendrán de forma automática el nivel A2.
Fuente: ARAGÓN DIGITAL